La crisis, lamentablemente, también se ceba con las ONGs
y otras instituciones que tienen fines sociales no lucrativos. Desde hace
varios meses, en el centro de la ciudad en la que vivo, se encuentran, a
diario, personas que intentan captar soci@s para diferentes ONGs e
instituciones que velan por los derechos humanos y otras causas loables. Portan
chalecos distintivos y se aproximan a la gente, de un modo más o menos
afortunado, para explicar a qué se dedica la organización para la que trabajan
y a pedir que la persona abordada se convierta en socia. Las organizaciones que
más se ven por ahí son la Cruz Roja y ACNUR.
ACNUR es la Agencia de la ONU para l@s refugiad@s (aunque en su página web hablan
simplemente de “los refugiados”). La labor que realizan es vital, ya que las
personas refugiadas se encuentran en una situación de suma vulnerabilidad y de
escandalosa vulneración constante de sus derechos básicos. Sin duda, el
sufrimiento que padecen estas personas es grande y reclama acción. EL SUFRIMIENTO
SIEMPRE RECLAMA ACCIÓN. ACNUR intenta que la vida de estas personas mejore, y
la vida de esas personas es un asunto que nos incumbe a todas y a todos.
Sobre lo que significa ser una persona refugiada, la
situación de desprotección en la que viven l@s afetad@s y las cosas que hace ACNUR, no voy
a decir nada, ya que en su página web podéis encontrar mucha información al
respecto y, en este blog, no pretendemos simplemente copiar información de
otros sitios, sino decir lo que creemos que no se ha dicho. Os invito, pues, a
que si no estáis familiarizad@s con el trabajo de ACNUR y con la situación de
las personas refugiadas, os deis una vuelta por su página (dejaré el enlace al
final de este texto), para que entendáis
la problemática y por qué deberíamos actuar para acabar con la situación
indeseable en la que se encuentran algunas personas en este injusto mundo que
hemos construido.
Una vez que queda claro que consideramos que el
sufrimiento que ACNUR se dedica a aliviar nos interpele, paso al objeto de esta
entrada, que es criticar una de las actuaciones de ACNUR (no su misión general,
que, repito, es loable y necesaria).
El otro día me crucé con una de estas personas captadoras
de socios de las que acabo de hablar. Llevaba un chaleco de ACNUR. Después de
saludarme amablemente, empezó a hacerme
preguntas que presuponía que yo no sería capaz de contestar, del tipo: “¿Te
suena Somalia de algo a parte de los de los piratas?”, protocolo que creo que
deberían corregir, ya que no genera sentimientos positivos que te presupongan
ignorante de las cosas que ocurren en el mundo. Entre pregunta y pregunta, iba
dando explicaciones sobre los problemas de las personas refugiadas y sobre el
modo que ACNUR responde a ellos. Para apoyar sus explicaciones, me mostró un pequeño sobre que
contiene un preparado que emplean para combatir la desnutrición. El
estómago de las personas que llevan mucho tiempo sin comer, me explicaba la
mujer, no admite de inmediato alimento sólido. Es por eso que, antes de que
empiecen a ingerir comida otra vez, ACNUR les da esos sobres durante dos semanas,
si no mal recuerdo. Me explicó que esos sobres valían tan sólo 0,30 euros, para
hacerme ver que, con una cuota de 10 euros mensuales, se puede alimentar a muchas
personas. Intrigada por el maravilloso sobre, pregunté por su composición. Me
respondió que llevaba cacahuetes, leche y una fórmula inventada por un médico
de ACNUR que tenía un extraño nombre que contenía números y que no fui capaz de
memorizar (tampoco encontré información en la web sobre el mismo). Me explicó que el bajo precio se debe a que quienes
lo elaboran sólo les cobran los costes de producción. No dudo que esta acción desinteresada se refleje en el bajo precio del producto, pero creo que detrás del mismo puede haber algo más.
Y es esto con lo que tengo un problema: con el contenido
del sobre. Antes dije que EL SUFRIMIENTO SIEMPRE RECLAMA ALIVIO. No estoy a favor de eliminar el sufrimiento
de algunos individuos a costa del sufrimiento de otros. Y esto es lo que hace
ACNUR con ese sobre de contenido nutritivo; pero el especismo predominante y la
falta de empatía hacia el sufrimiento cuando éste no es humano, hace que esta
injusticia pase desapercibida. Seguro que
es posible crear un preparado nutritivo sin sufrimiento animal, es decir, sin
leche. No hay ningún componente de la leche que no esté presente en el reino
vegetal (no, ni las proteínas ni el calcio se encuentran exclusivamente en los
productos de origen animal). Es totalmente innecesario privar de su libertad,
infligir dolor físico y sufrimiento emocional a las vacas, manteniéndolas en
condiciones terribles e inaceptables, para salvar a algunos animales humanos.
Es innecesario, es inmoral.
Imagino que un preparado sin lácteos sería más caro.
Sustituir la leche por almendras o sésamo (alimentos muy ricos en calcio) puede
resultar más caro económicamente. Pero el patrón para medir la aceptabilidad o
no aceptabilidad moral de una práctica nunca ha sido, ni puede ser, el coste
económico de la misma. Si hace falta más dinero para alimentar a esas personas,
busquémoslo en otros sitios. Quitémoselos a los dictadores de turno o a los
amos de la guerra – por ejemplo, los bancos que las financian, los psicópatas que
se benefician vendiendo las armas, etc… - que provocan esos desplazamientos
masivos de personas y que dan lugar, en muchas ocasiones, a los campos de
refugiados. En realidad, cualquiera de nostr@s es más culpable de la
situación de las personas refugiadas – por nuestro modo de vida, por nuestro
consentimiento de la opresión de los gobiernos, por nuestros patrones de
consumo, etc… - que las vacas. De hecho, esas injusticias se derivan del
modo en que construimos nuestro mundo humano, del modo en que creamos y
recreamos diariamente injustas relaciones de poder. Y en la construcción de ese
mundo humano injusto, las vacas no han jugado ningún papel (salvo el de
víctimas y meros recursos a nuestra disposición, claro). Sería mucho mejor, desde el punto de vista moral, recurrir a algún método radical de redistribución de la riqueza a nivel planetario, o, si queremos ser más moderad@s, al menos destinar más dinero de nuestros impuestos a cooperación, ayuda humanitaria, etc... y, por otro lado, usar este dinero de un modo más efectivo y menos eurocentrista, por decir algo... Las
posibilidades son infinitas, lo que no hay es voluntad. Si crees que no tienes
nada que ver con las desgracias de África y de otras partes del mundo, echa un
vistazo a los negocios que hace tu banco e investiga sobre todas las
implicaciones que tiene tu consumo. Es tu culpa, es mi culpa, pero no es culpa
de las vacas.
En resumen:
Si esto es inaceptable,
(campo de refugiad@s en Ruanda)
esto, también lo es
PARA SABER MÁS:
ACNUR
Federación estatal
de Asiciaciones de Refugiad@s e Inmigrantes.
Información sobre granjas y martaderos
“Lácteos” en
Igualdad animal.
http://www.igualdadanimal.org/alimentacion/lacteos
Me ha encantado tu reflexión!
ResponderEliminaryo trabajo con ACNUR y también estoy en contra del maltrato animal. Haceis una gran labor informando y luchando por los derechos de los animales (me quito el sombrero).
te comento:
El preparado que dices que inventó un médico de ACNUR no sé a cual te refieres, porque me acabo de leer los ingredientes del "plumpynut" y no pone nada que lleve numeros.
Por otra parte, Aunque si que es cierto que se podría eliminar la leche de este complejo, como bien dices saldría más caro el producto.
todos sabemos a día de hoy que muchisima gente no está concienciada con estos temas, y si hacemos preguntas no es para hacer sentir mal a la gente, pero te sorprenderias si te dijera cuanta gente paramos por la calle que no tiene ni idea de estos temas. Seguramente te planteó asi el tema de Somalia en consecuencia con esto.
Nuestro mayor sueño es captar a todos los bancos, solemos ir a ellos para captar, pero desgraciadamente no podemos obligarlos a colaborar. Y esto ocurre con la mayor parte de las personas que vemos adineradas.
Si el mundo estuviera más concienciado con los temas que tu y yo defendemos, seguramente no importaría hacer los complejos nutricionales vegetales, pero desgraciadamente esto todavia no pasa, y ACNUR constantemente se queda sin pasta y tiene que recurrir a créditos. Por eso el ahorro en todos los recursos es imprescindible ya que llegan cada día 1200 personas a los refugios.Por no hablar de la pasta que necesitamos para llevar agua a los refugios, a dia de hoy se lucha para que todo el mundo pueda tener su ración de agua(15 litros/persona)que con la llegada diaria de tanta gente sumado a la gran sequía se hace muy complicado qu todo el mundo pueda tenerla (mucha gente muere por este tema).
Como comprendes es un tema de prioriades aunque me resulta increible todavia que el maltrato animal (la leche en este caso) salga más barato que recurrir al sésamo u otros productos.
Yo creo que la causa está en el precio de la leche y no tanto en los componentes del "Plumpy nut".
Muchas gracias por estar tan concienciad@ con los refugiados, si todo el mundo luchase como tu seguramente desaparecería la mayor parte del sufrimiento de este mundo.
:)
Mayka
Mayka, gracias por tu aportación. Gracias por decirme el nombre del preparado, ya que lo estuve buscando. No sé de dónde saqué que el nombre contenía numeritos; memoria traicionera. En otro momento, modificaré la entrada para poner el nombre correcto. Por lo demás, creo que mi postura queda clara: todo dolor reclama alivio y para aliviar un dolor, no estoy a favor de causar otro, especialmente cuando el Otro no tiene nada que ver con la injusticia que creamos entre tod@s. Un saludo.
ResponderEliminarPuede que la fómula de la que hablas sea F100. Pero no la invento un médico de ACNUR.
ResponderEliminarMuchas gracias, Anónimo. Creo que el nombre del preparado es "Plumpy nut!, como dice Mayka, y que contiene esa fórmula F100, como dices. Investigaré.
ResponderEliminar